rusalki alvarado

Despedida

Amigo,

no te vayas.

Que no conozco de recorridos solitarios.

Espera,

solo entiendo de amaneceres y naranjadas contigo.

 

Ay!!!.

No se de caminos,

de esquivos horizontes,

de puentes de derrota.

 

Amigo,

no te vayas.

Desanda tus pasos,

el amor no se abandona

si acaso se hace un alto.

 

Las lagrimas no alcanzan,

se petrifican

como el alma.

La noche se hace corta para añorar,

se achica,

se encoge.

 

Amigo,

no te vayas.

Óyeme,

es mi alma quien te habla.

 

Sin emitir sonido alguno,

te miro recoger tus cosas

abrir la puerta,  

recorrer cada rincón de mi desnudez,

sin notar mi angustia.

 

Mis labios incrédulos

amagan una sonrisa,

acaso, un pequeño temblor

semejando una caricia.

 

Amigo,

no te vayas.

En tu brevísima despedida,

sostengo esta triste mirada de abandono

que no alcanzas a ver.

Doy la bienvenida a mi vida sin mi,

a mi larga madrugada.