Cuando vuelvas, cantarán los ruiseñores,
resucitarán las flores en la alborada,
la luna encenderá sus resplandores,
y mi alma ya no estará callada.
El viento traerá tu nombre en su danza,
las hojas bailarán sobre la acera,
y el tiempo, que en tu ausencia no avanza,
correrá como río en primavera.
Cuando vuelvas, el mundo será distinto,
las sombras huirán de mi ventana,
mis versos cobrarán nuevo recinto,
y el dolor se irá con la madrugada.
Te espero en la quietud de cada día,
te busco en cada rostro que aparece,
mi corazón te nombra todavía,
y tu recuerdo nunca desfallece.
Cuando vuelvas, amor, será un milagro,
volverán la fe, la risa, los colores…
y en el centro de mi pecho, como un faro,
cantarán para ti… los ruiseñores.