Margarita García Alonso

Desconsuelo de la costurera

En una habitación llena de objetos,

-una silla vieja como mesa de noche

 un flexo torcido-

aunque no tengo el don de la conversación

he escuchado muchísimas cosas.

 

Con ligereza de carrusel tocado

por la indiferencia de los Hombres

me asombra la cantidad de amigos

prematuramente muertos

de hambre y cosas peores.

 

Nací en el mes de enero,

un día de fuerte nevada en Europa

donde he sido extranjera.

Si alguien me quiere conocer

      no necesita nada,

escribo, recorto hechos,

zurzo palabras

de esta desgarradora era

que me toca vivir.

Soy la costurera de Malasaña

-no me mató el soldado,

la bala, la Francia, el enemigo-

 

Me ahorca el hilo,

la manipulación de la madeja

aunque corte el paño

desarmé el tejido

siempre queda este cuadernillo

oxidándome el alma.

 

De La Costurera de Malasaña,
Editions Hoy no he visto el Paraíso, 2011