pasaba

Vestido de batalla

De batalla vestido 

así es mi amor;

no pide tregua,

camina con los pies heridos

sobre las brasas de las horas.

camina y se tropieza en tu desierto blanco.

 

Tú, en el poema mío,

eras la llama quieta,

la sombra que escribe

sin mirar la mano.

 

Ahí tuve frío de tu frío,

una escarcha callada

en mitad del pecho,

y el silencio  me habló como tú, sin promesa,

y sin final.

P.SABAG, palabras escapándose.