Como los pensamientos que circulan
en corazones que vienen y van,
como los verbos que en círculos giran
pensando donde tener que llegar,
como las mismas ganas de vivir
undívagas que traicionan lealtad,
como la cría de la urraca ida
deambulando sin nunca aterrizar,
como la víbora escurridiza
qué serpenteando se pone a cazar,
como el gran azul que en plena fortuna
desata olas de gran intensidad.
Todo eso se os asemeja el cabello
qué sosegado se posa en la faz,
dando color a vuestra frente nívea
y con ojos viendo quién fulge más