Siempre que veo girasoles se me hace inevitable mirarlos y recordarte.
Es como si ese pequeño recuerdo me persiguiera, pero no de manera tormentosa ni terrorífica,
sino en un sentido que me hace pensar qué sería de mí si hoy por hoy no hubiera hecho tantas cosas,
si no te hubiera \"dejado\".
Quizás ahora mismo no estaría anhelando tanto volverte a ver o volver a ser yo de la forma que era contigo.