Roel Ybañez

Chistes tristes

Aún recuerdo aquellos días de luto, de cuando los seres queridos pasan de estos brazos (que son los nuestros), a los brazos del olvido.

 

Quien yo recuerdo de vez en cuando es a un hombre buscando a su hijo, ellos vivían más allá, (imagina que te señalo a la derecha en descenso de una colina), un tramo más alejado hacia la izquierda bajando las escaleras de la colonia (que la colonia no era más que unas 10 o 15 casas dispersas entre llanuras y ríos de basura), bajando la cuesta atravesando por los tejados de los cielos y las estaciones del clima nebuloso, porque ahí es donde estaba la casa de esas personas (del hombre y del hijo que te cuento), desde mi casa, ahí, se veía que se asentaba la niebla cuando el clima lo decía, todo esto que te digo era en aquellas colonias populares de los barrios de Tijuana.

 

Su hijo se llamaba igual que su padre “Pedro”, un hombre que buscaba con la mirada señales de su hijo que no volvió a casa después de la escuela (que el sutil movimiento de una hoja era una señal) – por aquí pasó – seguramente decía.

 

Cuando pedro padre atravesaba la colonia parecía mirar hasta por debajo de las camas de nuestras casas sin siquiera meterse a buscar, parecía que en su corazón latía la esperanza de que su hijo solamente estaba jugando a las escondidas (que ya han pasado varios días, que la desesperación le arrancaba la esperanza).

 

            Pedro hijo quizás buscaba a su padre en algún sitio, (nadie sabe desde donde ni en qué sitio).

 

Los dos pedros ahora tenían algo más en común, que a la vez era un desencuentro, y era eso, el de tenerse tan lejos, uno no sabía en donde estaba, y el otro no sabía por donde se empezaba el camino que emprende la ruta a la búsqueda que le lleve a los brazos de su hijo.

 

Pedro padre a veces iba a la escuela a la hora del recreo y se quedaba ahí, viendo a los niños jugar para ver si por casualidad su hijo estaba ahí, (pensaba quizás, que de algún modo iba a la escuela sin ir a casa), se quedaba ahí hasta la hora de la salida y hacía un recuento de rostros y olores, quizás manchas o rasgaduras en los uniformes, pero nada le daba pistas de Pedro hijo.

 

Pedro padre perdió a un hijo, (los niños de la escuela rumoraban que se lo habían robado o que Pedro hijo había escapado para ser astronauta).

¿Dónde está Pedro?