Mis planes cayeron al suelo
con tu adiós que sonó a “hasta luego”.
Ya no sé dónde hallar comprensión,
si ya ni recuerdo tu voz.
¿Por qué tengo que olvidarte hoy,
si no quiero acabar este amor?*
Cinco meses no me bastaron,
y ya casi un año ha pasado.
Que no te olvido,
que no me quieres,
que en mi piel sigues presente.
Y tú lo sabes…
en el fondo lo sabes.
Aun si no te mencioné
mientras escribía,
en mi mente estabas siempre.