Al final, no eras tan especial
Eran los ojos del amor, esos que miran sin pensar
Que, como tenue caricia desde el corazón
Hacen que todo parezca tan real.
Es que el amor es tan natural
Que a veces, no vemos la cruda realidad
Esa que nos rompe, y se convierte en crueldad
Y aunque llores a mares y te devaste la cruda verdad
Y por momentos creas que no te vas a levantar
Allí, es cuando realmente te das cuenta, y dices;
No era tan especial, era yo quien le hacía brillar
Era mi alma en su soledad, que le miraba con bondad
Que le confería atributos, que le daban humanidad
A una existencia inerte, incapaz de amar a alguien más.
Pero ahora que despierto de ese sueño tan fugaz,
Me siento en el desierto, pero sé que me espera ese maná
Ese que viene del cielo, que me trae un futuro incierto
Una vida de verdad, con los ojos abiertos y la esperanza más allá.
Talvez en un rincón del alma, en un amor de verdad,
En la sonrisa serena de alguien que si quiere amar
Sin mentiras, ni caretas, que está listo y sin maldad
Con la incipiente inocencia, del que empieza a confiar
Que te habla desde alma, que te mira con bondad
Y con la Fe siempre puesta, en aquel, que todo lo da.
Después de tanto vivir y pensar, supe, que no eras tan especial…