Tu amor se sentía como un invierno,
y a mí me encanta el invierno.
Se sentía como un abrazo de paz,
como una fogata en medio de la arena,
como una noche llena de estrellas,
como la unión mágica de dos luciérnagas.
Se sentía como si todas las canciones de amor
fueran escritas solo para ti,
para describir lo mucho que te abriga mi corazón.
Se sentía como bañarse en la lluvia,
como nadar por todo el mar,
como abrazar al cielo.
Y en mi mente viven tantos recuerdos contigo...
Nos veo sentados en la cafetería por primera vez,
viendo Soul en el salón,
besándonos bajo la lluvia,
bailando cuando nadie nos veía,
riéndonos sin razón, amándonos sin medida.
Nos recuerdo en parques, en calles,
en cada rincón donde el tiempo se detenía.
Nos veo bailando en año nuevo,
regresando de la playa,
platicando después de ver El Gato con Botas,
y en cada regreso a casa tomados de la mano,
En cada abrazo que apagaba mi fuego interno.
Te cocinaba por las mañanas y tardes,
te llevaba ramos de flores sin falta...
el 14 de febrero, el 16 de diciembre,
el 22 de marzo —cada uno con todo mi amor.
Recuerdo tu sonrisa frente a una ventana,
en tu casa, en mi cuarto,
en cada lugar donde tu luz se volvió hogar.
Todavía nos recuerdo..
Cantando mientras tocaba mi guitarra,
recibiendo tus mini hotcakes y tus cartas,
tu ramito de flores azules,
las videollamadas infinitas,
los juegos, las películas,
las palabras inventadas.
Pintamos un arcoíris en una cajita
y le pusimos una frase
\"Eres dulce como el cielo anochecido,
Demasiado buena como la brisa,
Eres ese sol que está semi despierto
Demasiado linda para la vida\"
Y aunque el mundo se me caía,
tus abrazos lo levantaban.
Te recuerdo en todo,
Y al recordarte, me siento afortunado.
Afortunado de haber vivido un amor
que no necesita exagerarse,
porque ya es más grande que cualquier intento de nombrarlo.
Gracias por haber sido mi invierno.
Gracias por haber sido mi todo.
El duelo de tu adiós es mi hecatombe
Pero la luz se encuentra al final del túnel.