Te recordaré cada noche, te recordaré bajo la luna. Te recordaré en el auto y a la orilla de la espuma.
Te recordaré casi desnuda o vestida de azul y fortuna. Te recordaré entre las flores, moviendo de lado tu cintura.
Te recordaré en las mañanas, por las tardes color aceituna. Te recordaré vertiendo el ocaso, de tu sonrisa que fue mi locura.
Te recordaré y no te has ido, para llevarte por las dunas. Para ver el alba enrojecida por tus ojos vivos de cuna.