Carlos Andrey

La foto de su rostro

En aquel instante suspendido en el aire,  
cuando el tiempo, dócil, dejó de avanzar,  
vi en tu rostro un paraíso secreto,  
un refugio que nunca dejé de guardar.  

Tu mirada, brisa que acaricia el alma,  
otoño dorado y un invierno azul,  
como un eco que el viento lleva consigo,  
como un faro que en sombras brilla aún.  

Quizás pienses que las palabras son poco,  
que un verso no es digno de tu resplandor,  
pero en ellas resguardo la luz de tu esencia,  
como quien guarda en su pecho un eterno amor.  

Tu cielo, tu brisa, tu dulce misterio,  
el instante infinito donde quise estar,  
aún atesoro tu mirada en mi pecho,  
como un poema que nunca dejaré de olvidar.