La evocación a la Patria
quiere ser un canto
de amor y de poesía.
Con las dos caras
del mismo ser humano,
configuran la ética
del desprendimiento
y de la entrega,
Con fervor revolucionario
se aspira a un país
forjado en la libertad
y la justicia.
Mas se duda de la honestidad
de sus hombres
embadurnados en la ignomia
y complicidad
de la misma aurora
en la que fueron engendrados.
En una evocación de patria
vuelven a sentirse
agravios,desgarramientos
y penurias de su holocausto.
Para qué mirar al rio
turbio de nuestra historia,
es mejor mantener los pies
firmes a la otra orilla,
en un instante poético
regido por la inocencia
el amor
la esperanza
y como hermosamente
se dice …
el placer de la franqueza,
pretender encarnar estos
valores subyacentes
en la negación de los mismos .
Evocar a la Patria
es la paradoja dramática
entre la verdad y la mentira
entre el dolor y el odio
buscando la imagen
de hombre que difiere
ente el villano y el héroe.
Parecería inevitable
exigirle al poeta
plasmar en el
cursi sentimentalismo,
su visión en un mundo
confuso y convulso
en el que gravita,
donde la violencia impera
y el absurdo se desborda
en el desmesurado
apetito del poder.
En este claro contexto
la poesía se convierte
en las voces de la utopía
y la alarma
frente al clamor ahogado
de creencias traicionadas
en un intento
auténticamente revolucionario
de la multitud sonriente
aletargada y dopada.
En la evocación de Patria
No hay nostalgia
Hay esperanza
Hay ilusión quimérica
de ver nacer a la Patria
en un espacio instantáneo
para volverla a hacer
para volverla a construir
por el poder de la verdad
por el poder de la caricia
donde el presente
es intocable,
apuntando bajo el sol
reverdeciendo con la lluvia
donde sus hijos
se alinean en la justicia
en el derecho a libertad
en el aqui y el ahora
Para siempre y nunca más.