Nunca se dijeron te amo;
pero cuanto se quisieron.
Nunca se infirieron heridas ni ofensas,
no hubo olvido.
Medio siglo más tarde
se encontraron casualmente,
ella lo miró intensamente,
él no la reconoció.
Oportunidad única
de rememorar su historia,
nunca sucedería.
Ella poco conocía su propio corazón,
si hubiese comprendido;
nunca lo habría abandonado.
El no insistió,
prefirió que el silencio hablará por él.
Nunca más.