Gonzalo Gomez Guzman

Boca de bala

No me llames en tus noches. 

No me digas dónde encontrarte, 

porque ya no quiero verte. 

Créeme esa mentira.

 

No me digas que una luz de esperma 

quema tus pulmones, 

si en los míos solo hay nicotina 

y solo de odio tosen.

 

Llámame... 

seguro contesto. 

Ya no estás en mi agenda, 

solo, quizá, en mi insomnio. 

A lo mejor no reconozco tu número, 

hasta que retumbe el disparo de tu boca 

y un calibre de nostalgia 

perfore mi pecho.

 

De allí saldrá el humo, 

el que el corazón ha tragado 

en silencio 

desde que te fuiste.