Frío triste, frío helado, revuelves todo mi ser. Mis sentimientos hallados me colocan en la torre alta de la confusión, y mis pensamientos sumergidos en la laguna ácida que deshace tanta felicidad mientras te ausentas. Oh, querido mío, no entristezcas, no sientas pena por mí. Yo sabré lidiar con nuestra separación, aunque el frío me ponga en modo avión activado y me quede palpando en aguas desoladas. Si la memoria hace llorar mis ojos, tú descansa, porque algún día dejaremos de sentir este frío y seremos cubiertos por un calor extremo y eterno. Entonces todo estará bien.