Ars Verbum
En el principio fue el verbo, no el eco,
la palabra que al nombrar crea el mundo.
No es reflejo, sino fuego fecundo,
que al decir, hace real lo que era hueco.
No es sombra de lo dicho, ni un muñeco
de sonidos sin alma o sin segundo;
es acto que transforma lo profundo,
es puente entre el abismo y su recoveco.
Il
No es la palabra un signo que se agota
en la boca del tiempo o del olvido,
es semilla que en el alma brota
y en el cuerpo del ser cobra sentido.
Es la flecha que en el pecho explota,
es el canto del dolor compartido,
es la luz que en la tiniebla se denota,
es el lazo entre el yo y lo no vivido.
III
Decir es más que hablar, es ser en acto,
es fundar con el verbo la existencia,
es trazar con la voz un nuevo pacto
entre el ser y su eterna resistencia.
Escribir es erigir un exacto
universo de amor y de conciencia,
donde el alma se eleva en su contacto
con la esencia de toda trascendencia.
IV
Por eso defiendo la poesía,
no como ornato vano o pasatiempo,
sino como la más alta alquimia
que convierte el dolor en firmamento.
Es la espada que en la noche guía,
es el faro que orienta el pensamiento,
es la llama que en la sombra brilla,
es el arte que vence al sufrimiento.
P Sabag