Ariel Wigodski 🇨🇱

Verso con Tierra y Raíz

No nací en San Fabián ni fui profe de física, pero en Algarrobo aprendí que el viento también escribe.  


Como Parra, mastico lo simple, pero en vez de lanzarlo en carcajadas, lo dejo arder en el pecho hasta hacerlo verso.

Camino entre cerros que miran al mar  y en sus lomajes anoto mis penas.  


No hago antipoesía ni juego a romper esquemas, solo busco en el dolor  
esa luz que se cuela entre las grietas.

Yo no reviento la rima, la dejo respirar,  como el humo de un asado en lo patios de Valparaíso.  


Mi palabra es abrigo, pa’ los que esperan callados en oficinas grises,  
pa’ los que creen que el arte aún puede sanar.

No me creo el hoyo del queque, ni cargo Nobel en la mochila, pero tengo oficio:  
el de resistir escribiendo, el de hacer del silencio, una patria.

Y si Parra descorchó la forma, yo pongo el alma entera sobre la mesa,  
junto a la taza humeante del sur y los versos que me dicta esta larga y delgada herida que llamamos Chile.