Militantes, corazones de guerra, que al amor se lanzan.Pelea de egos, palabras punzantes,golpes que impactan sin herir el cuerpo.Gritos ahogados que el oído no escucha.
Hoy, como siempre, no te escucho, pero el cuerpo grita tu ausencia. Las palmas de mis manos, sin las tuyas, se congelan; la intemperie apacigua el calor de lo que fue nuestro amor. ¿Me escuchas?
He salido días enteros a buscarte, recorro el lugar donde algún día me amabas. Ya no somos amantes. El refugio que nos unió, ahora solo es mío. Ni por envidia, ni por ego; fue el cansancio por el cual te marchaste y me dejaste como único dueño de lo nuestro.
Grité tanto tu nombre que perdí la voz, perdí mi fuerza. Pero escribo con mi alma; cada letra es la fuerza con la que te amé, con la que te amo. Porque no lo dejo de hacer ¿Me amas?
Te amo, te amaré y me olvidarás. Hoy soy el vaso de agua que dejaste caer. Te saciaba la sed y al verme destruido, me desechaste.