Oscar Contreras.

LA DIVINA ESPERA.

LA DIVINA ESPERA.

 

 Y era divina sabia en el límpido manantial de tus besos.

Era el bendito incienso que expelían

Tus henchidos pechos.

Y era la hoguera, la fragua

Que tostaba mis últimos signos vitales.

Pero ahí yacía yo, exánime;

Al borde de la extremaunción 

Esperando el tercer día para mi resurrección...