Me he sentado un par de veces,
a ver si tu amor vuelve,
pero lo único que regresa
es la certeza de que esperarte
es una pérdida de tiempo total.
Ya ni siquiera quiero respirar,
la verdad…
tengo poco ánimo hasta para eso.
No aguanto este corazón
que apenas palpita cuando no estás.
Ya no me das las mañanas,
ni siquiera el desayuno
lo sirves en la cama.
A veces te empeñas en pelear,
pero mi ánimo… es cero total.
Me dan náuseas de este desapego,
de cómo caminas a mi lado
sin ya pertenecer a mi andar.