Todo está dicho
Desde el alba clara hasta el oscuro ocaso,
todo está escrito,
los pasos que daremos,
la hierba ya lleva las huellas,
y el viento conoce nuestras usadas palabras.
La niebla desgasta la roca
en el seno de las colinas,
el lomo dorado del río
es solo un hilo invisible comiéndose sus reflejos gastados,
los adoquines se hicieron añicos por las heladas
y en las tres notas incansables
del mirlo del viejo cerezo,
todo está dicho.
La dificultad es una espada que se hunde
en la búsqueda de la palabra propicia,
la palabra que dé sentido
a las huellas que dejamos,
la que al trazar el camino, lo haga
más que un simple camino cansado,
con arrugas y pliegues de lo memorizado.
Aquella que transforme el lomo del río en guirlandas de “no me olvides”,
que permita al canto del mirlo escapar de su monotonía
que vuelva la corriente de un río en paso obligado.
Todo está dicho en las cicatrices de la palabra usada.
todo está dicho.
P.SABAG,SAFECREATIVE