Y así, de repente,
el presente se remueve con novedad.
Ya sabes lo que hay,
¿hace falta frialdad?
¿Y quién asegura,
que esto no es otra unidad?
¿O quizás,
otro momento de felicidad?
Aún nos hace de barrera el vidrio templado,
de eso que pasé horas conectado.
Me lo pongo difícil, me gusta lo complicado,
¿Qué más da? Disfruto lo regalado.
Pues no, no da.
Te vuelves a rebajar,
te vuelves a demostrar
que eres incapaz.
De respetarte.
De valorarte.
De mantenerte real.
Porque te vendes por un beso
Esa es la verdad.
Esa es tu verdad.
Maldito tú y tu dolor
Que lo pagas con todo
Necesitado de amor
Y a ti, te abandono.
Es triste...