Agua definitiva, acompañada del Sol.
Buena tu agua, no imagino, sino quiero
limpiar mi cuerpo de todo descontrol,
eres son de magia un trueno lisonjero.
Te beso, te abrazo... luz de fantasía
apaga mi sed, que no es poco... es una sed
que se hace voz mi interior y parece utopía
pero a tu jugo, tan sabroso, os hablo de usted.
¡Oh, Fuente hermosa!. Ojos que dan vida,
tu lengua escupe fuerte agua de convento.
Así que, yo te beso, y de paso, curas herida:
yo te mimo, me caso contigo y no me arrepiento.
Abril 2.025
NACHO REY