Alexis Lemus

Caminante

Te metiste a lo más profundo de mi corazón, y cuando te había logrado sacar de ahí, te volviste a colar. Pero ahora era diferente: ahora estabas llevando tus cosas para quedarte ahí para siempre. Y como un ingenuo, creí que esta vez sería diferente; creí que esa dama temerosa de sus sentimientos había sido sepultada para darle paso a la mujer segura de todo. Y así pasó... hasta que, como un caminante, salió esa dama temerosa y mordió a la mujer que había logrado curarse de todo esto, para volver a pegarle el virus del miedo, de la inseguridad, y ahora la había convertido para siempre. A mí no me mordió, y fue al que más daño le hizo.