Absorto con pensamientos idos
meditaba sobre el Sol y el mar
el Sol gigantesco, brillante y caluroso
el mar inmenso, borrascoso, intranquilo.
Desde entonces mis días se arrastran
enredado en sus imaginarios brazos
perdido en la magia de su mirada
añorando besar sus sensuales labios
Desde entonces mi vida cambió
los días se volvieron meses
haciendo germinar un amor eterno
soñando que algún día podría amarme
Pasarán los años, se borrará el cielo
Pero seguiré amando una imagen
creyendo que quizás algún día
será sencilla y totalmente mía
Lima, mayo, 21 del 2025
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