Hoy se ha puesto muy de moda
que si expreso lo que pienso
con un toque de disenso,
más de alguno se incomoda.
La verdad no se acomoda,
ni se queda en el suspenso;
pero va más en descenso
y los brotes, ya no poda.
El disenso es enemigo
del que esconde con argucias
los descaros. Y si digo,
que lo esconden con astucias,
siempre habrá más de un testigo
del que va con manos sucias.