Tu piel dejo de ser pulcra
y no hay que dejar que pudra
Espero el entierro
estaca en tierra sagrada
Maldito el encierro
en esta ciudad dejada
maldita la fe y el ósculo
que me ato a ti señor oscuro.
Vengo a ti y te juro
que la eternidad pactada ;
la he de olvidar en perjurio.
Venid regresadme el alma
que has clavado en mi
la daga de tu perversa mirada.