Laura Meyer

La fuerza que brota en la soledad

En la soledad, él halló un jardín secreto,

donde brotó la fuerza que nadie sembró,

la serena certeza de un destino perfecto,

y un valor sagrado que en su alma floreció.

 

Se hincó de rodillas, no por culpa o por duelo,

sino porque la luz le ofreció sosegar,

y al mirar hacia dentro, más allá del anhelo,

vio que su herida era un portal para sanar.

 

Y en aquel silencio brilló su resplandor,

con el alma serena, libre y sin temor,

pues había encontrado en su propio interior,

la fuerza infinita del perdón y del amor.

 

 

Laura Meyer