Hernán Mejía Silva

ONÍRICAS

Miré hacia el abismo,

entre las notas de su melodía,

le pregunté al agua

y hablé con el viento…

ya te habías marchado.

 

Los demonios gritan con cinismo,

devorando iracundos la luz del día,

con sus corazones de estatua,

mientras descubren que miento,

yo soy el pasado…

 

Dejé caer mis ojos en la nada,

tu vacío consumió mis entrañas,

eras lo mismo, habías cambiado…

el final de la madrugada,

se quiebra en mil pedazos cuando extrañas…

metamorfosis del sueño olvidado.