Debemos florecer,
aunque el calendario
marque invierno y a los jardines
los visite la nieve.
Aunque no haya testigos.
Mantenerse de pie,
cuando la esperanza tambalea.
Mirar con ternura lo que
otros no ven y seguir incluso
creyendo en lo invisible.
Hay que florecer
y hacer alarde.
L.G.