Rafael Parra Barrios

El anhelo del lago

|Luna, luna, luna...

Dama encendida de la noche

que arde en mi alma

y me mantiene insomne, 

y erguido mi cuerpo,

cual volcán silente

en espera de erupción.

Luz femenina que alumbra mi ser,

lo estremece y lo desahoga,

inundando cada amanecer

de un sosiego inquietante. 

Diosa nocturna que me arropa

hasta trascender

y volar la añoranza tropical,

donde el jazmín recuerda

la brisa gélida, 

y el eco de las olas del lago,

besa la arena nevada

de mi amada lejana.

Oda de odas

Luna, tú, verso mío,

mujer de mi querer,

cuyo misterio sereno

ilumina mi ser

como tú, luz de la noche primaveral,

guiando mis anhelos en la oscuridad.