Isaiah

5€

Años lleva revoloteando por mi casa un billete.

Nunca lo he podido gastar, puesto que está roto, los intentos de los anteriores dueños de arreglarlo con cinta no funcionaron.

Recuerdo cuando llegó ese billete a mi, creo pensar que en mi tienda de barrio.

-Te molesta si te doy este billete?

-No para nada.

Dije yo no viendo el problema en el billete, lleno de experiencia y dobleces.

Al inicio lo intentaba gastar en vano, cada intento de cambiarlo por satisfacción inmediata fue desestimado en el momento en que mostraba mi billete con visibles cicatrices de batallas perdidas contra el hombre.

Ese billete seguía en casa, en una hucha durante un buen par de años, hundido entre monedas de 2 céntimos que aunque de menos valor con más utilidad.

Terminé identificado con el billete, lleno de magulladuras, sin valor para el resto, incluso me acompaño en la mueanza, esperando que yo y el billete tuviésemos mejor futuro, para mostrar nuestro valor y no ser el saco inútil del que la gente se intenta librar.

Hoy el billete se encuentra en un cajón de la mesa de noche guardado entre dibujos y lecturas de heterosexualidad dudosa, creo que ya no quiero gastarlo, ese color verde hoja con impreso de puente romano es como mi agua siendo yo Narciso, ensimismado en como el objeto tiene tanto de mi.

Yo tanto de el.