Lincol

ECOS DE TI EN EL VIENTO

 

ECOS DE TI EN EL VIENTO

Te llevo en el viento,
en ese susurro que acaricia
los bordes del infinito
donde ahora miras.

Y aunque la vida
te nombra ausente,
yo guardo tu amor
como un fuego interno,
como un sol pequeño
que no se apaga.

No quiero recordarte
—no basta la memoria—.
Quiero el milagro
tu voz en mi almohada,
tu mano intacta
rozando el tiempo robado.

Porque no es suficiente
llevarte en el alma
cuando el mundo queda frío
sin tu aliento juntándose al mío.

— LMML.