Pienso que son sus ojos
los que ven,
pienso que tengo un alma
compartida.
Pienso en mi sonrisa franca
que ahora es suya,
pienso en la brisa suave
cada tarde.
Pienso en su gran regalo,
en tantos años,
quiero decirle gracias,
y lo sabe.
No quiero un alma nueva
que ahora vague,
ni quiero en mi vida puertas
de cobarde…