Y si tus latidos
van al ritmo
del torrente de mis venas.
Y si tu sístole
es el escalofrío
que sintió mi primer abrazo
cuando prisionero de tu alma
te amé tanto,
como te amo ahora.
Y si viajaste en el tiempo
para volver a mí,
reconozco lo dulce de tus ojos,
tu risa, que desde tu adentro
es manantial de miel,
tu oleaje calmado de colores
y tu flecha mágica
de luna dorada
la reconozco,
eres mi amor
de todas las noches juntas,
mi amor dormida en la arena,
mi princesa de Almudena.
©.