Edwin Acosta Pena

Almudena.

Y si tus latidos 

van al ritmo 

del torrente de mis venas.

Y si tu sístole

es el escalofrío 

que sintió mi primer abrazo

cuando prisionero de tu alma 

te amé tanto,

como te amo ahora.

Y si viajaste en el tiempo 

para volver a mí,

reconozco lo dulce de tus ojos,

tu risa, que desde tu adentro 

es manantial de miel,

tu oleaje calmado de colores 

y tu flecha mágica 

de luna dorada

la reconozco,

eres mi amor 

de todas las noches juntas,

mi amor dormida en la arena,

mi princesa de Almudena.

©.