Después de mil travesías entre páginas
y tantos retornos al primer capítulo del guion,
el personaje acabó descubriéndolo:
él, no es más que un ser de tinta y papel
y no de carne y hueso
como siempre creyó.
Su destino no está precisamente en sus manos,
y sin embargo,
aún no renuncia a seguir apostando
lo poco que le queda
para engañar al autor de la obra.
Buscando ser real,
buscando sentirte y despertarte
dentro de la novela