Desiderio, se apresuró,
a caminar.
Todavía no salía
todavía a escena,
vio desde,
lejos a la soprano,
que se alistaba para
entrar.
La veía nerviosa,
él se acercó, y
la apretó fuertemente
entre bambalinas.
Ella apenas tuvo
tiempo de reaccionar.
Pudo alejarlo,
o como ella
hizo, se arrojó,
desmelenada
con un beso profundo,
que le quitó a él
el aliento.
Los vitores se
multiplicaron
aquella noche,
nunca había
cantado con
tanta pasión-
(rosi12)