Gael Alfredo Nolasco López

Esencia.

 

El cuerpo de la mujer se revela como un jardín secreto, sus contornos suaves como pétalos al alba invitan a la mirada a danzar en un éxtasis de asombro, su piel, lienzo de caricias, su ser proclama el milagro de la vida.

El anhelo del hombre no solo se sacia en esa geografía de deseo. Aspira a descifrar el mapa oculto de su alma, donde laten sus sueños y guarda sus heridas.

El sueño de recorrer la curva de su hombro para entender el pulso de su pasión, imaginar, escuchar el latido de su espíritu tras sus silencios elocuentes. Porque amar es fundirse en la armonía de su ser total y honrar la vastedad de su esencia.