Faltando tu aliento de mayo,
marchitan los francos jardines,
de aquellos palacios de rayo
de Sol, y danzantes violines
No buscan azul los jazmines,
ni existe en el cáliz desmayo
silencian sus albos clarines
los lirios del tibio soslayo.
Tejiera la arpía el destino
que dicta la diosa Fortuna
de piedra angulosa y espino
que crece en el nácar de luna
reflejo del astro ambarino
que brilla en oscura laguna.
Amor que fueras duna
de mármol dorado de siena
no esculpen mis versos tu arena