Jhetsefany

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Oficios y artilugios antiguos

Muy grata conversación
y llena de aprendizaje,
quizás, un poco gruñón
el anciano y su lenguaje,
quizás, porque recordaba
aquellos tiempos mejores
cuando más fácil se andaba
entre más gratos valores.
.....

Si, había oficios tranquilos
que dejaron de existir,
hilanderas con sus hilos,
vellones que consumir.
Voceaba el pregonero
con su chiflota oxidada,
las flores en su florero
y la gastada. 

 

 

 

 

Qué grato hablar con mayores,
cuando te cuentan, te enseñan
lo que soñaron y sueñan,
de los aciertos y errores.
Otros tiempos, sus actores
en aquellos escenarios.

 

 

Familia de Honesto Amador
Panteón familiar. Cripta y mausoleo.
(Epitafios escritos por la quinta hija)

Aquí, la Mater reposa.⚰️
Apodada La Tacaña y
de d. Honesto esposa.
Cenizas en urna sellada
pues si en vida no dio nada
ni a lejanos ni a cercanos,
nada dará a los gusanos.

Aquí, amante del Pater reposa.⚰️
Junto a Mater esposa.
Por coherencia y por talante,
yacen juntas esposa y amante.
Podrán conocerse en la muerte
pues eran las dos de esa suerte.

Aquí, hijo primero reposa.⚰️
Le llamaban El Mediocre.
Murió ahogado sin aliento
un día que tanto corrió
por perseguir al talento.

Aquí, hija segunda reposa.⚰️
Por apodo: La Envidiosa.
Murió famélica de hambre
pues por envidia mordía
pero al morder no comía.

Aquí, hijo tercero reposa.⚰️
Le llamaban cortesano
pues a todos daba un sí.
De un infarto falleció,
el día que fue obligado
a decir a uno que no.

Aquí, hijo cuarto reposa. ⚰️
Le apodaban Asmodeo
por lujurioso y por feo.
En un exceso en burdel,
el diablo lo llevó con él.

Aquí el celoso reposa.⚰️
Yace aquí Pater Honesto.
por apellido Amador,
pero de amor indigesto.
De viejo ciego quedó
y así la fe descubrió,
pues aprendió a creer
en lo que no podía ver.
Pero una escalera no vio
y la fe no le sujetó.



Aquí, hueco de quinta hija,
la que llamaban La Santa.
Por familia rezadora
hasta que llegue la hora.
En mi pared dejó escrito,
y espero se lea en grito:
Padre Dios, piedad de mí,
no dejes me entierren aquí.

 

 

No aflijas al saberte en desafío
por aires que vocean con fracaso,
que avanzan con cojera y débil paso
sin dones de llenar hueco vacío.

Embates con afán de poderío
y guerras por aplausos del Parnaso,
no pueden dar salud a un gran retraso
ni saben poner luz en lo sombrío.

No aflijas cuando vengan a dañarte

Cripta, de iglesia cimientos.
sinónimo de esconder
para el que deja de ser.
Hipogeo sin alientos.
Y se escucharán lamentos
de santos bajo girola
con su luz, con su aureola,
e infames bajo el transepto,
oscuridad por precepto
sin ábsides ni absidiolas.

Sean infames y diablos
bajo el clavo del crucero,
bajo herrumbres del acero
sin ornatos ni retablos.
Con cienos de los establos
y hedores de infierno frío,
solo tumbas y el vacío
para pecados confesos,
humedad para sus huesos
y sus cráneos impíos.

Queden impresos en puerta
La roseta y calavera.

Ay vida, préstamo duro,
contrato sin garantía,
sin plazo, sin jerarquía,
que han dejado en mi haber.
Un papel bajo custodia
de dama vestida en negro,
que me pedirá el reintegro
cuando me venga a ver. 

Y no sé si en ese pago
hay devengo de intereses,

 

 

Día bueno que es de fiesta
cual si un santo regresara,
nuesta cocina se presta
hacia un plato de cuchara;
pero no es plato cualquiera,
¡alabemos al señor!,
entra en cocina ternera,
entra carne dando amor.

Aunque es sana la pobreza
llevaba con convicción,
el corazón también reza
por la divina ración;
qué ilumine la construmbre
cual por rara es dolorosa,
de echar algo a la legumbre
que la cubra más preciosa.

Qué no queden las patatas
penando por la desdicha
de no tener en sus matas
un fruto que sepa a chicha;
por favor, la vida es sueño,
qué lo dijo Calderón,
y por culpa del beleño
un filete es la visión.

Llega la Sexta. Especial.
El rezo se hace más grato
cuando anima la moral
al pensar en un buen plato,
y si hay seda entre la lana,
hermana, qué melodía,
mejor hoy que no mañana
ver en prosa poesía.


El momento se hace justo
tras bendición de la mesa,
y el consomé, muy adusto,
de primero nunca pesa,
pues los verdes tropezones
con la forma de guisantes,
aunque dan pedorros sones,
son humildes, no pedantes.

Y ya viene el principal
para paliar el deseo
de todo buen comensal,
da igual devoto que ateo,
y bueno, los ojos miran
pero no con mucha suerte,
entre trozos que se giran
¿algo para relamerte?

 

Oye hermana, cabe duda,
¿en tu cuenco puedes ver,
aún pequeña o menuda,
tajadita que comer?
A protesta no me atrevo
por un deseo doliente,
aunque estoy viendo algo nuevo,
¿hay patata transparente?

 

Ay ese icono divino..
¿Un trozito transparente?,
lo que estás viendo es tocino
y no es rancio, es lo siguiente,
y además viene con pelo,
muy solito, independiente,
ay flaca nena del cielo
y su gula permanente..

 

Pero entonces.. yo creía..
de los guisos de mi abuela,
cuando no era alegoría
echar carne en la cazuela,
aunque veo, algo hay oscuro
que quizás.. no hay quien lo muerda,
pues es como piedra, duro,
a un guijarro me recuerda.


Qué son las judias pintonas
que no pasaron por fragua,
no muerdas que te lesionas,
trágatelas, y con agua,
y no te sientas con pena
por no dar buen uso al diente,
mejor es la tripa llena
que tener la tripa ausente.

 

No, si ausente no me queda,
quedará llena de grava,
que si no se desenreda,
la escupiré como pava,
y si hoy toca opulencia,
qué Dios me tienda su mano,
pasaré más apetencia
que un platanal en verano.

 

 

Jhetsefany.