HIELO:
La encontré tan congelada,
cuál frío cubo de hielo,
la levanté de ese suelo,
en mi mano consolada.
AGUA:
Más te fuiste diluyendo,
con el calor de mis manos,
que retenerte fue en vano,
de entre mis dedos cayendo.
VAPOR:
Caíste en un recipiente,
que sobre lumbre estaba,
y mientras más calentaba,
¡te fuiste!; vapor caliente.
La mujer es tan cambiante,
mejor, es nunca ayudarla,
¡menos!, querer cambiarla,
la mujer, ¡un ser errante!.
Dr. Salvador Santoyo Sánchez
17/Mayo/2025