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César Vallejo, los heraldos del dolor

In memoriam César Vallejo

 

César Vallejo, los heraldos del dolor

 

El que vio el rostro del dolor

y lo nombró sin miedo,

sin tregua,

como quien nombra la herida

que no deja de sangrar.

 

Tus versos eran un eco

de los heraldos negros

que anunciaban el lamento del mundo,

la voz rota del hombre que ya no puede

caminar en un suelo que se quiebra.

 

Nos hablaste de la muerte

sin atenuantes, con la crudeza de quien sabe

que el cuerpo es sólo polvo y que el alma,

sí existe, se desangra en silencio.

 

¿Quién podía entender tu grito,

tu voz que venía de un abismo

sin palabras?

Y aun así,

te escuchamos, porque en tu lamento

se decía

lo que nunca se puede decir.

 

Los heraldos negros no eran

sólo sombra,

eran el reflejo de tu alma,

la manifestación

de un dolor que se convierte

en universal.

Tu voz,

como un río de fuego,

arrastraba las piedras del corazón

y nos mostraba

el rostro verdadero del sufrimiento.

 

En tus palabras vivió

la tragedia de todo ser humano,

y en tu sombra caminamos todos.

Pero en tu sombra

también había una llama,

una luz que nos guiaba

a través del túnel,

aunque el túnel nunca tuviera fin.

 

Cuando el silencio aún nos cubre,

tu voz sigue resonando en el eco

de la oscuridad, como el último grito

antes del amanecer.