Uno no busca lo que quiere
lo dejamos a suerte de la muerte
que balbucea nombres sin rostros
Jorge Campos
Para llegar a vos, solo basta pronunciar tu nombre
y exportar sensaciones que quedaron en mis memorias,
esparcirlas al viento.
Largas son las cortinas que te cubren
brazos tan solo míos, no te quieren dejar ir.
Observar la verde grama, como tus posibles ojos
trepando por el jardín de mis delicados sueños.
Para llegar a vos, solo basta describir tus ojos,
pero, tengo que pronunciar tu nombre para poder
dibujarte en círculos verdes, aletargar tus pupilas
y voluminar tus párpados, crearte nuevamente.
Es necesario pronunciar tu nombre
para recrear las plantas y verlas
colgarse por todos lados, como lo hicimos nosotros.
Para desprender infinitos aromas exuberantes
como desprendimos nosotros
Para verlas brotar y morir, como un día sucedió con nosotros.
Pero ese nombre no existe
Nunca fuiste vos.
Por eso digo muchos nombres.
Porque en otros quise encontrarte.
Porque fuiste muchos otros
y nunca vos.
Porque de vos nunca supe nada
y si lo supe antes
ahora no lo recuerdo.