Mallez

Tu pelo

Mecido por la brisa vespertina

al auspicio del azul del cielo

sobre tus hombros como cortina

se desliza tu hermoso pelo.

 

Y con el color de tu verde mirada

que se contempla bajo el velo

de tu imagen casi idolatrada

¡Qué hermoso es tu pelo!

 

Quiso mi mano deslizarse así

bajo tu cabellera suave, sedosa,

y hallar en ello bien y consuelo

 

y ser tan bienaventurado, sí,

de no hacer otra cosa

que acariciar tu tupido pelo.