Treinta pasos me separan
De la esquina de la plaza
Ahí encontré al triste Charly
Que de afanes y tropiezos me relata
Me cuenta que iba en busca
De una piedra escarlata
La que en polvo convertida
Al Leviatán desamarra
Que tenía un cuarto oscuro
Que con eso le alcanzaba
Por si acaso del futuro
Por ser duro se escapaba
Le dije, Charly, qué te pasa?
Sabes que ese polvo se hace amargo
Con embustes te conduce
A la angustia y al ocaso
Me miró perplejo y desgastado
Y dijo que sabía y que algo haría
Que lo aleje del barranco
Si encontraba a la cordura algún atajo
Charly, dije, tus ojos te delatan
No hay ahí ningún atisbo
Que te saque del abismo
Si tu alma no desatas
Y ahí deje al triste Charly
Entregado a la misión
De cavar en su pasado
Y encontrar cualquier razón
Que le explique con sentido
Cómo fue que en su camino
Sin ayuda y sin destino
Lo encontró la perdición