Cada vez que te alejas, me hieres. Cada vez que acercas, me sanas.
Mi corazón es una rosa, en tus espinas y tu corazón es una boca roja y besada.
Cada vez que me miras, me revives. Cada vez que me niegas, me matas.
Tu luz es la savia de mis días y tus noches tienen mi alma en encarcelada.
Cada vez que me olvidas, me ausentas. Cada vez que me llamas, me das calma.
Primavera en eterno otoño, verano sin ventanas. Aquí y allá, mi amor por ti... llama!