Desperté pensando en ti,
en tus ojos tan hermosos,
en tus labios amorosos
y unos besos yo te di.
Como un niño me sentí
con tus labios primorosos
tan dulcitos y esponjosos
y su miel toda bebí.
Te toqué tu lindo pelo
y tus manos tan de seda;
y tus ojos, color cielo,
bellos vi como salceda
porque tú eres mi desvelo
y mi amor en ti se queda.