V
Y es que te veo de perfil, de reojo,
válganme mis menudos ciegos ojos
que creerles la palabra aun no puedo,
¿cómo va a dar manzanas un olmedo?
Rehúso, es que es incontrolable,
son que aturde mis amenos lugares,
suena en sempiterno en mi corazón
la lira ignívoma de lava y amor.
¿Cómo nacida de buen parecer?
¿Cómo puede mi espirtu a ti ceder?
De Stendhal el síndrome similar,
hurtásteme toda mi libertad.
VI
Cicatero idioma
callome sin suspiros que anunciar,
tacaño castellano,
lo visto inefable quedará,
como el vocablo, nada llueve igual
y con todo, ni una gota atrapar,
para acercarte de la hoja el rocío
y acabado poderte demostrar
que con pluma en mano, tinta, papel,
verso, tu beldad se puede igualar
VII
Como olas cobalto
undívago planchóse ella el cabello,
crinado y serpenteante,
lampos sobre cabellera en momentos,
como si hubo barniz.
De Neptuno vistiose,
bajando, altos hombros a su buen talle,
suave lana arropándola,
mostrándose bien lauta por instantes,
cogiendo el color vena.
Erubescentes uñas,
pintóselas de lirio y azucena,
rosicler usurpado
de la aurora de alta bruma refleja,
ovaladas, lucientes.
Pantalón asifxiado
persuadió para que entrase en sus piernas,
ludiendo glúteos, muslos,
dotando solemnidad la silueta
de mundano a mirífico.