BESO.
Y besé sus labios,
con boca no mía,
le quedó mi beso,
a mí, sus resabios.
Es que era agonía,
no haberla besado,
si ella pretendía,
ese beso robado.
Esa boca no era mía,
porque era de ella,
si ya le pertenecía,
sin que lo supiera.
Y bebí su vino,
como pleitesía,
de azar y destino,
en su fantasía.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA.)
Marzo 15 del 2025.